*La Catedral Metropolitana de Xalapa, dedicada a la Purísima Concepción, luce incompleta y hasta hoy es un misterio porqué la torre poniente se quedó sin terminar
Javier Salas Hernández
Xalapa, Ver.- A sus 382 años luce radiante, imponente y presumiendo su majestuosa fachada estilo neogótico-barroco; pero, hay un detalle que la hace ver todavía más singular.
En pleno corazón de la ciudad, enfrente a su vecino, el Palacio de Gobierno, 214 años más joven que ella y donde se planeó la estrategia para combatir a los cristeros, se erige la Catedral Metropolitana de Xalapa dedicada a la Purísima Concepción, conocida por propios y extraños como “la catedral de la torre mocha”.
Su primera piedra se colocó en 1641 y hoy, en el año 2023, en pleno Siglo XXI, sigue siendo un misterio porqué la torre poniente está incompleta.
En cambio, su torre oriente finamente acabada, luce un reloj traído de Londres, Inglaterra en 1778 y que aún funciona. Además, cuenta un campanario de 6 campanas, una de 1821 con esquilas de Santa Bárbara y otra de 1880 también con esquilas, pero de San Antonio.
La grey católica, celosa guardiana de sus secretos, ha mantenido silencio y ha dejado correr la versión de los misteriosos túneles y catacumbas que yacen debajo de la catedral.
La leyenda urbana cuenta que la torre quedó incompleta y detenida en el tiempo porque en el subsuelo del edificio hay varios túneles que hacen el terreno menos resistente al peso y completar la torre, provocaría que toda la Catedral colapsara.
Otra versión es que la obra, que inició en 1641 Juan de Palafox y Mendoza, obispo de Puebla, toda vez que Xalapa pertenencia a aquella Diócesis, y que en 1895 el
el Cuarto Obispo de Veracruz, Joaquín Arcadio Pagaza, retomó para reconvertir la Catedral, no tuvo el dinero suficiente.
En lugar de concluir la torre poniente y construir el segundo campanario, se tomó la decisión de colocar cuatro gárgolas, que son los mudos testigos de la verdad histórica y que jamás contarán.